BlackRock está dando un paso importante hacia el ecosistema de criptomonedas al buscar que su fondo tokenizado BUIDL, actualmente en la red Ethereum, sea utilizado como colateral en algunos de los principales exchanges de criptomonedas, como Binance, OKX y Deribit. La empresa, que ya es el gestor de activos financieros más grande del mundo, está trabajando en conjunto con su socio de corretaje, Securitize, para negociar este movimiento estratégico.

El fondo BUIDL se asemeja a una stablecoin en el sentido de que puede ser comprado y vendido por un valor de 1 dólar. Sin embargo, lo que lo distingue es que los poseedores del token no solo mantienen el valor de su inversión, sino que también reciben pagos de intereses directamente en sus wallets de Ethereum por ‘holdearlo’. Esto hace que el fondo no solo actúe como un activo estable, sino que ofrezca rendimientos adicionales, lo que lo convierte en una herramienta atractiva para inversionistas acreditados que buscan opciones más dinámicas dentro del espacio financiero descentralizado.

De acuerdo con personas familiarizadas con las negociaciones, citadas por Bloomberg, si BUIDL es aceptado como colateral en plataformas de derivados de criptomonedas como Deribit y Binance, el impacto sería significativo. Esta posibilidad ampliaría considerablemente el mercado potencial para BlackRock en el espacio de criptoderivados, abriendo nuevas oportunidades para el uso de su fondo tokenizado en transacciones más complejas.

Esta iniciativa podría representar una competencia directa para las stablecoins más populares del mercado, como USDT (Tether) y USDC (de Circle Internet Financial Ltd.), que a menudo se utilizan como garantía en operaciones con derivados. Si BUIDL logra posicionarse en este rol, no solo ofrecería una alternativa viable, sino que también diversificaría las opciones disponibles para los usuarios de criptomonedas y podría reducir la dependencia de estas stablecoins tradicionales en el espacio de derivados.

La entrada de BlackRock en este segmento no es sorpresa, dado el creciente interés de la institución en el mundo de las criptomonedas. Actualmente, BlackRock gestiona fondos cotizados (ETF) tanto de bitcoin como de ether, consolidando su presencia en el mercado de criptoactivos. Además, con más de 9,4 billones de dólares en activos bajo su administración, BlackRock tiene la influencia y capacidad financiera para marcar una diferencia importante en el sector.

Uno de los factores clave detrás del éxito de BlackRock en los mercados tradicionales es su plataforma tecnológica Aladdin, que emplea análisis avanzados y algoritmos para la gestión de riesgos y la toma de decisiones de inversión. Esta herramienta le ha permitido anticipar movimientos del mercado y reaccionar con rapidez ante cambios importantes, una ventaja competitiva que podría ser adaptada y aprovechada en el dinámico y volátil mundo de las criptomonedas.

En resumen, si BlackRock logra integrar su fondo tokenizado BUIDL como colateral en exchanges de criptomonedas, estaríamos viendo una nueva etapa de sofisticación en el mercado cripto, impulsada por uno de los actores más poderosos del sistema financiero global. Esta medida no solo ampliaría el uso de los fondos tokenizados en el ecosistema cripto, sino que también podría desafiar el dominio actual de las stablecoins más populares en el mercado de derivados, abriendo nuevas oportunidades para inversores y exchanges por igual.